En los vastos paisajes de la provincia de Chubut, Argentina, yace un tesoro paleontológico que ha desconcertado a científicos y entusiastas por igual: el Xenotarsosaurus. Este género de dinosaurio terópodo abelisáurido ha cautivado nuestra imaginación desde su descubrimiento a principios de la década de 1980.
El descubrimiento del Xenotarsosaurus
Fue en 1980 cuando el geólogo Juan Carlos Sciutto tropezó con un sitio fósil excepcional, a seis kilómetros al norte del rancho Ocho Hermanos. Entre los fósiles descubiertos se encontraron restos de terópodos, lo que marcó el inicio de una emocionante búsqueda. Más tarde, el paleontólogo argentino José Fernando Bonaparte lideró un equipo que recuperó más huesos de terópodos, posiblemente pertenecientes al mismo individuo.
En 1986, Rubén Martínez, Olga Giménez, Jorge Rodríguez y Graciela Bochatey describieron los fósiles de terópodos y acuñaron el género y especie Xenotarsosaurus bonapartei. El nombre genérico proviene del griego xenos, «extraño», tarsos, «tarso», y sauros, «lagarto», en referencia a la excepcional estructura del tobillo. El epíteto específico bonapartei rinde homenaje a Bonaparte.
Los especímenes
Los especímenes tipo (y únicos conocidos) de Xenotarsosaurus fueron encontrados en la Formación Bajo Barreal. En 1986, esta formación se consideraba del Campaniano; hoy se cree que data del Cenomaniano-Turoniano temprano. Los huesos consisten en dos co-tipos: UNPSJB PV 184, una serie de dos vértebras dorsales anteriores, y PVL 612, una extremidad posterior derecha que incluye el fémur de 611 milímetros de largo, la tibia, la fíbula y el astrágalo-calcáneo del tobillo.
La excepcional fusión completa, sin suturas, del astrágalo y el calcáneo, formando un elemento que está nuevamente fusionado con el extremo inferior ensanchado de la tibia, dio origen al nombre genérico.
Características y estimaciones de tamaño
En 2010, Gregory S. Paul estimó su longitud en 6 metros y su peso en 750 kg. En 2016, su longitud se estimó en 5.4 metros. El mismo año, Molina-Pérez & Larramendi dieron una longitud similar de 5.4 metros y un peso de 430 kg.
Implicaciones y afiliaciones
Los restos muestran algunas similitudes con Carnotaurus sastrei, lo que llevó a los descripciones a asignar Xenotarsosaurus a los Abelisauridae, una determinación que ha permanecido común. Sin embargo, también se ha propuesto que Xenotarsosaurus es un neoceratosaurio de afinidades inciertas.
Conclusiones sobre el Xenotarsosaurus
El Xenotarsosaurus sigue siendo un enigma fascinante en el mundo de la paleontología. Su descubrimiento ha arrojado luz sobre la diversidad de los dinosaurios terópodos en la región durante el Cretácico tardío, pero también ha planteado nuevas preguntas sobre su evolución y relaciones filogenéticas. Sin duda, este extraordinario dinosaurio continúa desafiando nuestras concepciones y alimentando nuestra curiosidad sobre el pasado prehistórico de nuestro planeta.