El conocimiento de la estructura interna de la Tierra es uno de los principales desafíos de la Geología, ya que los fenómenos superficiales son insignificantes en comparación con los que ocurren en sus profundidades.
Métodos de estudio de la estructura interna de la Tierra
Para comprender la estructura interna de la Tierra, se han utilizado diversos métodos de investigación:
- Determinación de la densidad: La densidad media de la Tierra, aproximadamente 5.5 g/cm³, se calcula a partir de la masa y el volumen. La distribución de materiales más densos hacia el interior se deduce de esta densidad comparativa.
- Determinación de la temperatura: Mientras la temperatura superficial aumenta aproximadamente entre 1º y 50º C por cada 100 metros de profundidad, esta tendencia no se puede extrapolar al interior, donde el aumento es mucho menor, estimado en unos 0.6º C por kilómetro. Se estima que la temperatura máxima en el interior de la Tierra alcanza los 6000º C.
- Composición de los materiales terrestres: La corteza está compuesta principalmente por oxígeno, silicio, aluminio, hierro, magnesio, potasio, calcio y sodio. Para comprender la composición interna, se analizan meteoritos, clasificados en aerolitos, sideritos y siderolitos.
- Estudio de los movimientos sísmicos o terremotos: Estos fenómenos proporcionan datos sobre la composición interna de la Tierra, indicando la existencia de discontinuidades y capas distintas.
Constitución zonal y principales discontinuidades de la estructura de la Tierra
La Tierra se divide en zonas concéntricas, de fuera hacia adentro:
Corteza: Con un espesor promedio de 33 km, representa solo el 1.6% del volumen terrestre y está separada del manto por la discontinuidad de Mohorovičić.
Manto: Se extiende desde los 33 km hasta los 2900 km de profundidad, representando el 82% del volumen total. La discontinuidad de Gutenberg la separa del núcleo.
Núcleo: Representa el 16.4% del volumen total, dividido en externo e interno. La discontinuidad de Wiechert separa el externo del interno.
La corteza terrestre
Compuesta por materiales sólidos, la corteza está delimitada por la hidrosfera y la atmósfera. La corteza continental está formada principalmente por rocas graníticas, mientras que la corteza oceánica está compuesta por rocas basálticas.
- Corteza continental: Forma los continentes y tiene un espesor variable de 25 a 60 km. Predominan las rocas graníticas sobre las basálticas.
- Corteza oceánica: Constituye el fondo de los océanos, con un espesor de hasta 10 km y compuesta principalmente por rocas basálticas.
El manto terrestre
Se extiende hasta los 2900 km de profundidad y está compuesto principalmente por peridotitas. Se distinguen el manto superior y el inferior, con diferentes características y comportamientos.
- Manto superior: Se extiende hasta 700-1000 km de profundidad, incluyendo la litosfera, la astenosfera y la mesosfera. – Litosfera: situada por debajo de la corteza y hasta una profundidad aproximada de 50 km.
– Astenosfera: se extiende desde los 50 hasta los 250 km. de profundidad.
– Mesosfera: entre los 250 y los 700-1.000 km. Se pone en contacto con el manto inferior. - Manto inferior: Desde el final del manto superior hasta los 2900 km de profundidad, su composición es menos conocida que la del manto superior.
El núcleo terrestre
Es la región más profunda de la Tierra, compuesta principalmente por hierro y níquel.
El núcleo externo se cree que está en estado líquido, mientras que el interno es sólido.
Esta descripción ofrece una visión detallada de la estructura interna de la Tierra, desde la corteza hasta el núcleo, proporcionando información sobre métodos de estudio, composición y características de cada capa. Esencial para entender los procesos geológicos y la dinámica terrestre.