José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Francisco Villa o Pancho Villa, dejó una huella indeleble en la historia de México como uno de los líderes militares más destacados durante la Revolución Mexicana. Nacido el 5 de junio de 1878 en San Juan del Río, Durango, y fallecido el 20 de julio de 1923 en Hidalgo del Parral, Chihuahua, Villa es recordado como el Centauro del Norte, un símbolo de la lucha por la justicia social y la libertad. Fue Comandante de la División del Norte, uno de los tres cuerpos del ejército revolucionario constitucionalista, en el que sobresalió por su independencia y su capacidad militar.
La vida de Villa está envuelta en misterio y controversia, con varias versiones sobre su origen. Una de las narrativas más populares cuenta cómo, siendo joven, se vio obligado a huir a las montañas después de un incidente en la Hacienda Sombreretillo. Allí, se unió a una banda de bandidos liderada por un hombre llamado Francisco Villa, quien lo acogió y lo entrenó en el arte del bandidaje. Después de asumir el liderazgo de la banda, adoptó el nombre de su mentor y se convirtió en Francisco Villa.
Otra versión sugiere que su verdadero padre fue Luis Ferman Gurrola, pero al no reconocerlo, fue bautizado como Francisco Villa por Agustín Arango, quien le proporcionó su apellido. Sin embargo, la verdad sobre su origen sigue siendo esquiva, sumergida en un mar de leyendas y mitos.
Entrada a la revolución
En 1910, Pancho Villa se unió al movimiento maderista, inicialmente a través de su compadre Eleuterio Soto y luego mediante Abraham González, un representante político de Francisco I. Madero en Chihuahua. A pesar de su pasado como cuatrero y bandido social, la influencia de González lo llevó a una nueva comprensión política. Villa demostró su audacia y habilidades organizativas durante la lucha armada maderista, destacándose en batallas como la de Ciudad Juárez, donde intentó incluso fusilar al general Navarro en contra de las órdenes de Madero. Su ingenio militar se mostró en estrategias como la simulación de contingentes mayores para engañar al enemigo.
El ascenso de Pancho Villa: de lealtad a Madero a prisión
Durante esta fase inicial, Pancho Villa se involucró en la Revolución Mexicana, demostrando su lealtad al gobierno de Francisco I Madero. Después de una serie de combates en Chihuahua y Durango, Villa fue capturado y enviado a prisión, donde conoció a figuras clave como Bernardo Reyes y Gildardo Magaña Cerda. Sin embargo, su escape en 1912 marcó el inicio de una nueva etapa en su lucha revolucionaria.
La huida y el regreso a la lucha
Tras su fuga de prisión, Villa retomó las armas contra el gobierno de Victoriano Huerta, motivado por el asesinato de líderes revolucionarios como Francisco I. Madero. Con la ayuda de aliados como José María Maytorena, Villa cruzó la frontera hacia Chihuahua y se unió al movimiento constitucionalista, dando inicio a una nueva fase en su papel como líder revolucionario.
La consolidación de Pancho Villa como líder militar
En una audaz incursión nocturna el 15 de noviembre de 1913, las tropas villistas tomaron por sorpresa varios puntos estratégicos, incluidos cuarteles y puentes internacionales. Este golpe llevó a un encuentro crucial con Raúl Madero en la Hacienda de Bustillos, donde Villa recibió el rango de coronel.
Posteriormente, en noviembre de 1913, Villa dirigió ataques exitosos contra Casas Grandes y Ciudad Juárez en Chihuahua. Además, en enero de 1914, tomó el control de Ojinaga, consolidando su dominio sobre el noroeste del estado.
El breve reinado de Pancho Villa como gobernador
Nombrado gobernador provisional de Chihuahua por un breve período, Villa ejerció un poder significativo, incluso sobre el gobernador nombrado por Venustiano Carranza, Manuel Chao. Implementó una serie de medidas progresistas, desde la emisión de billetes hasta la apertura de escuelas, que beneficiaron a los pobres y desempleados de la región. Sus acciones como gobernador dejaron un legado perdurable en el estado de Chihuahua.
El manifiesto de Francisco Villa y las discrepancias con Carranza
En septiembre de 1914, el general Francisco Villa emitió un Manifiesto al Pueblo Mexicano, destacando su papel en la batalla de Zacatecas el 23 de junio, donde desobedeció las órdenes del primer jefe y derrotó al general federal Luis Medina Barrón. A pesar del pacto de Torreón en julio de 1914, en el que Villa reconoció a Venustiano Carranza como primer jefe, las discrepancias persistieron. Aunque las fuerzas revolucionarias lograron derrotar al presidente Huerta y obtener su renuncia en julio de 1914, Villa continuaba descontento con Carranza por no reconocer su liderazgo y grado militar.
El enfrentamiento con Obregón y la ruptura con Carranza
El enfrentamiento con Álvaro Obregón en agosto de 1914 marcó un punto crítico en las relaciones entre Villa y Carranza. A pesar de intentar una alianza, Villa descubrió que Obregón estaba tramando atacar a las tropas villistas. Aunque Villa intentó fusilar a Obregón, la intervención de Francisco R. Serrano y Raúl Madero evitó su ejecución. Sin embargo, el rechazo de Carranza a un acuerdo posterior llevó a una ruptura definitiva entre Villa y el gobierno de Carranza.
Convención de Aguascalientes
En 1914, la Convención de Aguascalientes fue un punto crucial en la Revolución Mexicana, donde Venustiano Carranza intentó reconciliar las facciones revolucionarias sin éxito. Villa emergió fortalecido de esta convención, tomando la Ciudad de México junto a Emiliano Zapata en nombre del gobierno de la Convención. Instalados en la capital, Villa y Zapata pactaron en el Pacto de Xochimilco, aceptando el Plan de Ayala y buscando llevar a un civil al poder. Aunque Villa y Zapata entraron juntos al Palacio Nacional en un momento simbólico, Carranza no aceptó los dictados de la Convención y huyó a Veracruz para liderar un contraataque.
Lucha contra Carranza y Obregón
A lo largo de 1915, Villa fue derrotado por Álvaro Obregón en la batalla de Celaya, marcada por la superioridad de las fuerzas constitucionalistas en trincheras y artillería. La caballería de Villa no pudo contrarrestar estas tácticas, y también sufrió por la falta de municiones efectivas. Derrotas posteriores en batallas como Trinidad, León y Aguascalientes, así como la traición de varios de sus hombres, incluyendo a figuras clave como Tomás Urbina y Rafael Buelna, marcaron el declive de Villa. Finalmente, Villa se replegó hacia el norte del país tras ser repelido en Sonora por los constitucionalistas bajo el mando de Plutarco Elías Calles y Manuel Macario Diéguez.
Invasión de Columbus
Después de su derrota en Sonora, Pancho Villa se replegó a Chihuahua y organizó un ataque contra Estados Unidos en represalia por su apoyo a Venustiano Carranza. En enero de 1916, los villistas emboscaron un tren estadounidense en Chihuahua, matando a 18 empleados. El 9 de marzo de 1916, unos 1500 hombres liderados por Villa atacaron el pueblo de Columbus, Nuevo México, en busca de un comerciante y como represalia al reconocimiento de Estados Unidos al régimen de Carranza. Esta invasión fue la segunda que sufrió Estados Unidos en su territorio desde 1812.
La expedición punitiva
Esta expedición fue la respuesta de Estados Unidos a la batalla de Columbus, donde Pancho Villa atacó el pueblo en marzo de 1916. Bajo el liderazgo del general «Black Jack» Pershing, las tropas estadounidenses entraron en México en busca de Villa, recorriendo unos 600 km hasta llegar a Parral. A pesar de perseguir a las fuerzas de Villa durante once meses en el estado de Chihuahua, los soldados estadounidenses no lograron capturarlo. Villa dispersó a sus hombres y escapó, burlando a sus perseguidores y reuniendo nuevamente a sus tropas después del fracaso de la expedición.
Bandolero retirado
Pancho Villa volvió gradualmente a la actividad guerrillera, enfrentándose a la escasez de armas. Sin embargo, experimentó un resurgimiento cuando Felipe Ángeles regresó para unirse a su causa. Con la muerte de Carranza y la asunción de Adolfo de la Huerta a la presidencia interina tras el movimiento de Agua Prieta, Villa perdió su principal motivo de lucha. De Huerta gestionó la pacificación y el 26 de junio de 1920, Villa firmó los Convenios de Sabinas en Sabinas Coahuila, comprometiéndose a deponer las armas y retirarse a la Hacienda de Canutillo en Durango, otorgada por el gobierno en reconocimiento a sus servicios a la revolución.
Después de la Revolución Mexicana, Pancho Villa se retiró a la Hacienda de Canutillo, donde transformó las vastas llanuras desoladas en plantaciones de cereales y estableció escuelas. Solicitó al gobierno profesores normalistas para educar a los niños de la hacienda y de los alrededores. Villa reconstruyó la infraestructura de la hacienda, incluyendo el casco principal, establos, bodegas y una oficina de correos y telégrafos. Una de sus mayores alegrías fue la construcción de una escuela primaria llamada Felipe Ángeles. Valoraba enormemente la educación y estableció una biblioteca con una amplia colección de libros de medicina, historia y literatura. La escuela también funcionaba como centro de educación nocturna para los trabajadores de la hacienda. Con la ayuda de su esposa, Luz Corral, Villa promovió la educación y el bienestar de la comunidad en Canutillo.
Francisco Villa y la fama
Pancho Villa mantenía una relación cercana con los medios de comunicación, frecuentemente acompañado por periodistas e intelectuales como John Reed y Martín Luis Guzmán, quien incluso fue su secretario por un tiempo. Villa concedía entrevistas regularmente y llegó a firmar un contrato con Hollywood para filmar sus batallas, proporcionando a sus tropas uniformes nuevos para mejorar su imagen en pantalla.
En 1914, Villa firmó un contrato con la Mutual Film Company de D. W. Griffith, con el propósito de exponer los planes para desterrar al general Huerta de México. La película resultante, «The Life of General Villa», se estrenó en Nueva York en mayo de ese año, siendo un éxito inicial. Sin embargo, la relación entre Villa y Estados Unidos pronto se desvaneció, y el apoyo para su ejército se desvaneció hacia finales de 1914.
Tras la pacificación con Adolfo de la Huerta, Villa atrajo nuevamente la atención mundial y de los medios de comunicación. Una empresa cinematográfica estadounidense buscó su permiso para hacer una película sobre su vida, a lo que Villa accedió con la condición de que el dinero se destinara a una escuela de agricultura en Santa Rosalía, sin llevar su nombre ni el de nadie más. Sin embargo, la película nunca se realizó debido a la oposición del presidente Álvaro Obregón. En su lugar, se filmaron otras películas sobre Villa, muchas de las cuales lo difamaban o contaban mentiras sobre él.
Asesinato de Pancho Villa
El asesinato de Pancho Villa fue el resultado de una conspiración bien planificada, probablemente iniciada por el general Plutarco Elías Calles y el general Joaquín Amaro, con la aprobación tácita del presidente Álvaro Obregón. Villa fue emboscado y asesinado la tarde del 20 de julio de 1923, mientras se dirigía a una fiesta familiar en Parral, Chihuahua. Jesús Salas Barraza, legislador estatal de Durango, se atribuyó la responsabilidad, aunque se cree que fue parte de una conspiración más amplia.
Villa salió de su hacienda en Canutillo, Durango, ese día con destino a Parral. Conducía su automóvil Dodge cuando fue emboscado por hombres armados con rifles y pistolas. Recibió dieciséis disparos y falleció en el acto. Posteriormente, su cadáver fue decapitado en 1926 como un grotesco trofeo.
El asesinato de Villa generó diversas teorías y especulaciones, y su nombre fue inscrito en el muro de honor de la Cámara de Diputados de México por decreto presidencial en 1966. En 1976, sus restos fueron trasladados al Monumento a la Revolución en la Ciudad de México, junto con los de otros líderes revolucionarios. La versión popular después de su muerte era la pregunta «¿Quién mató a Pancho Villa?» con la respuesta «¡CALLESe! ¡CALLESe! ¡CALLESe!» (en una alusión al general Calles).
Las esposas del centauro
Pancho Villa tuvo una vida amorosa tumultuosa y se rumorea que se casó legalmente unas setenta y cinco veces, aunque la cifra exacta es difícil de confirmar. Después de su muerte, hubo pocas mujeres que reclamaron ser sus legítimas esposas.
En 1946, el Congreso mexicano reconoció a Soledad Seáñez Holguín, con quien Villa se casó en 1919, como su legítima esposa. Sin embargo, también se menciona a otras mujeres, como Luz Corral, Manuela Casas y Austreberta Rentería, como posibles esposas legítimas de Villa, aunque esta afirmación no ha sido oficialmente confirmada por todas las fuentes, incluida la presidencia de México. La vida amorosa de Villa sigue siendo un tema de especulación y debate hasta el día de hoy.
Leyenda negra
La figura de Pancho Villa ha sido objeto de una leyenda negra que ha persistido desde la época de la Revolución Mexicana hasta nuestros días. Autores antivillistas han difundido informes manipulados y falsos con el objetivo de crear una imagen distorsionada y negativa de Villa, minimizando sus contribuciones positivas y exagerando o fabricando crímenes atribuidos a él.
Los relatos sobre las acciones de Villa han sido distorsionados y manipulados, como en el caso de la supuesta matanza de chinos en Torreón, que se le atribuyó pero que posiblemente fue obra de otros individuos. Además, se han tergiversado hechos como la matanza de San Pedro de la Cueva, donde Villa fue provocado por la población local y actuó en represalia.
Otro ejemplo es el incidente en Namiquipa, donde se ha difundido la versión de que Villa ordenó la violación de mujeres, aunque no hay confirmación de su autenticidad. En realidad, Villa fue estricto con sus hombres y castigaba los abusos. En Namiquipa, buscaba dar una lección a un pueblo que había delatado a los estadounidenses sobre un entierro de armas, y no ordenó violaciones. La leyenda negra ha distorsionado y exagerado estos hechos para denigrar la imagen de Villa.
Legado imborrable
La influencia y legado de Pancho Villa se extiende a través de numerosas expresiones culturales:
- En 2017, investigadores de la UNAM descubrieron una nueva especie de pez de agua dulce, Thorichthys panchovillai, nombrada en su honor.
- Estadios en Durango y Zacatecas llevan su nombre, así como una avenida y estaciones de metro en la Ciudad de México y Guadalajara.
- La música también ha rendido homenaje a Villa: Víctor Jara, Bob Dylan y el grupo Magazine 60 han incluido referencias a él en sus canciones.
- En el ámbito literario, el poeta irlandés Paul Muldoon dedicó un poema a un supuesto almuerzo con Villa.
- La serie de televisión «Las aventuras del joven Indiana Jones» y un episodio de «Los Simpson» han presentado tramas relacionadas con Villa.
- En el cine, Pancho Villa ha sido mencionado en películas como «Demolition Man».
- En el mundo del cómic, se han publicado historias sobre su vida y legado.
- Artistas como Steve Earle, Kid Frost y la banda Brujería han incluido referencias a Villa en sus obras musicales.
Incluso en el año 2023, se lanzó una serie biográfica sobre su vida llamada «Pancho Villa: El Centauro del Norte«. Su impacto en la cultura popular demuestra la fascinación continua por este icónico personaje de la historia mexicana.
Como podemos ver, su figura ha inspirado canciones, poemas, películas y series biográficas, y su influencia se refleja en estadios, estaciones de metro e incluso en el nombre de una nueva especie de pez. A pesar de las controversias y leyendas negras que lo rodean, Villa sigue siendo una figura emblemática que continúa fascinando a las generaciones actuales, destacando su papel significativo en la historia y la cultura mexicana.