Diferencias entre abejas y abejorros: guía completa

¿Sabrías decir cuál es la diferencia entre una abeja y un abejorro? En la imagen se ve a la izquierda la foto de un abejorro y a la derecha la de una abeja.

Cuando paseamos por un parque o jardín en primavera, es común observar insectos voladores de color amarillo y negro que se posan sobre las flores. Muchas veces confundimos abejas con abejorros, o viceversa, debido a su aparente similitud. Sin embargo, estos insectos pertenecen a grupos diferentes y presentan características distintivas que vale la pena conocer, no solo por curiosidad científica, sino también por su enorme importancia en los ecosistemas y en nuestra propia supervivencia.

En este artículo exploraremos las principales diferencias entre abejas y abejorros desde varias perspectivas: taxonomía, morfología, comportamiento, ciclo vital y relación con los seres humanos. Conocer estas diferencias nos ayudará a apreciar mejor la diversidad del mundo natural y el papel crucial que estos insectos desempeñan como polinizadores.

Clasificación taxonómica: primos, pero no hermanos

Tanto las abejas como los abejorros pertenecen al orden Hymenoptera (himenópteros), el mismo que incluye a avispas y hormigas. Dentro de este orden, ambos forman parte de la familia Apidae. Sin embargo, a partir de aquí comienzan las diferencias taxonómicas:

  • Las abejas más conocidas pertenecen principalmente al género Apis, siendo la abeja melífera o abeja de la miel (Apis mellifera) la especie más representativa y conocida mundialmente.
  • Los abejorros pertenecen al género Bombus, que incluye aproximadamente 250 especies distribuidas principalmente en regiones templadas del hemisferio norte.

Esta diferencia a nivel de género es fundamental, ya que implica que, aunque relacionados, estos insectos siguieron caminos evolutivos distintos que han resultado en las diferencias que observamos actualmente.

Apariencia física: cómo distinguirlos a simple vista

Quizás la diferencia más evidente entre abejas y abejorros está en su aspecto físico. Incluso para un observador casual, existen características distintivas que permiten identificarlos rápidamente:

Tamaño y forma corporal

  • Abejorros: Son significativamente más grandes y robustos que las abejas. Su cuerpo es más redondeado y voluminoso, lo que les da un aspecto más «gordito». Un abejorro típico puede medir entre 1,5 y 2,5 cm de longitud.
  • Abejas: Tienen un cuerpo más estilizado y pequeño, con una clara división entre tórax y abdomen (la famosa «cintura de avispa»). La abeja melífera común mide aproximadamente entre 1 y 1,5 cm.

Coloración y pelaje

  • Abejorros: Poseen un pelaje denso y abundante que cubre prácticamente todo su cuerpo. Este pelaje suele formar bandas de colores bien definidas, generalmente combinando negro con amarillo, naranja, blanco o rojo, dependiendo de la especie. Su aspecto es claramente «peludo».
  • Abejas: Aunque también tienen pelo, este es mucho más fino y menos abundante, dejando visible partes de su exoesqueleto brillante. Su coloración suele ser más uniforme, típicamente en tonos amarillos y negros.

Alas y vuelo

  • Abejorros: Sus alas son relativamente pequeñas en proporción a su cuerpo voluminoso. Esto hace que su vuelo sea más trabajoso y genere un zumbido más grave y sonoro. Los abejorros pueden volar incluso en condiciones meteorológicas adversas, como días fríos o lluviosos.
  • Abejas: Poseen alas proporcionalmente más grandes y su vuelo es más ágil y silencioso. Generalmente evitan volar con mal tiempo o temperaturas bajas.

Un dato curioso es que los científicos estubieron intrigados durante mucho tiempo por la capacidad de vuelo de los abejorros, ya que según las leyes de la aerodinámica conocidas, sus alas parecían demasiado pequeñas para levantar su cuerpo. Este «misterio» fue resuelto cuando se descubrió que los abejorros utilizan un sistema de vuelo diferente, basado en la creación de vórtices de aire.

Organización social: diferentes estilos de vida comunitaria

Tanto abejas como abejorros son insectos sociales, pero su nivel de organización y estructura social difiere significativamente:

Colonias de abejas

  • Permanentes: Las colonias de abejas melíferas son perennes, pudiendo sobrevivir durante muchos años.
  • Numerosas: Una colonia saludable puede contener entre 20.000 y 80.000 individuos en verano.
  • Altamente estructuradas: Presentan una división del trabajo muy especializada con:
    • Una única reina reproductora de larga vida (varios años)
    • Miles de obreras (hembras estériles) con funciones específicas según su edad
    • Algunos cientos de zánganos (machos) cuya función principal es fecundar a nuevas reinas

Colonias de abejorros

  • Anuales: Las colonias de abejorros son temporales, durando típicamente solo una temporada (desde primavera hasta finales de verano).
  • Pequeñas: Una colonia típica de abejorros contiene entre 50 y 400 individuos.
  • Menos jerarquizadas: Aunque también tienen división de castas:
    • Una reina fundadora que inicia la colonia cada primavera
    • Obreras (hembras) que ayudan en diversas tareas
    • Machos que aparecen al final de la temporada
    • Reinas jóvenes que se aparesan y hibernan para fundar nuevas colonias al año siguiente

Esta diferencia en la organización social afecta prácticamente todos los aspectos de su biología, desde la reproducción hasta la recolección de alimentos y la construcción de nidos.

Ciclo vital: diferentes estrategias de supervivencia

El ciclo de vida de abejas y abejorros refleja sus diferentes estrategias evolutivas:

Ciclo vital de las abejas melíferas

  1. La reina pone huevos en celdas hexagonales de cera construidas por las obreras.
  2. Los huevos eclosionan en larvas que son alimentadas intensivamente por las nodrizas.
  3. Las larvas se transforman en pupas y finalmente emergen como adultos.
  4. La colonia se reproduce mediante enjambrazón: cuando la colonia crece demasiado, la vieja reina abandona la colmena con parte de las obreras para formar una nueva, mientras que una reina virgen toma el control de la colonia original.
  5. La colonia sobrevive al invierno formando un racimo que mantiene la temperatura mediante la actividad muscular de las obreras.

Ciclo vital de los abejorros

  1. Solo las reinas fecundadas sobreviven al invierno, hibernando bajo tierra.
  2. En primavera, cada reina emerge, busca un lugar adecuado (a menudo madrigueras abandonadas) y funda una nueva colonia.
  3. La reina construye un pequeño nido, pone los primeros huevos y los cuida ella misma.
  4. Las primeras obreras ayudan a expandir el nido y cuidar las siguientes crías.
  5. A finales de verano, la colonia produce machos y nuevas reinas que se aparean.
  6. Con la llegada del otoño, toda la colonia muere excepto las nuevas reinas fecundadas, que buscan refugio para hibernar.

Esta diferencia en el ciclo de vida es fundamental: mientras que las colonias de abejas representan una inversión a largo plazo, las de abejorros son un emprendimiento estacional que debe reiniciarse cada año.

Nidos y hábitat: distintas arquitecturas

Las estructuras donde viven estos insectos reflejan también sus diferencias biológicas:

Colmenas de abejas

  • Estructuras elaboradas con celdas hexagonales de cera producida por las propias abejas.
  • Diseñadas para ser permanentes y ampliables.
  • Pueden encontrarse en cavidades naturales (árboles huecos) o artificiales (colmenas domesticadas).
  • Las abejas silvestres pueden construir sus panales al aire libre, colgando de ramas.
  • La arquitectura es altamente eficiente para maximizar el espacio y minimizar el uso de material.

Nidos de abejorros

  • Estructuras más rudimentarias y desordenadas, hechas principalmente de polen y néctar mezclado.
  • Diseñados como estructuras temporales para una sola temporada.
  • Normalmente ubicados bajo tierra en madrigueras abandonadas, aunque algunas especies construyen nidos en la superficie.
  • El nido consiste en un conjunto irregular de celdas redondeadas agrupadas, muy diferente del patrón geométrico de las abejas.
  • No producen estructuras de panal elaboradas ni grandes cantidades de cera.

Producción de miel: especialistas vs. generalistas

Una de las diferencias más relevantes desde el punto de vista humano es la producción de miel:

Abejas melíferas

  • Son especislistas en la producción y almacenamiento de miel a gran escala.
  • Recolectan nectar y lo transforman en miel mediante un proceso de regurgitación y evaporación.
  • Almacenan grandes cantidades de miel como reserva alimenticia para la colonia durante períodos de escasez.
  • Una colonia puede producir excedentes de 10-20 kg de miel anualmente.
  • Este comportamiento ha sido aprovechado por los humanos para la apicultura.

Abejorros

  • Producen pequeñas cantidades de una sustancia similar a la miel, pero solo para consumo inmediato.
  • No crean reservas significativas para el invierno (ya que la colonia no sobrevive).
  • Su néctar almacenado es más líquido y menos procesado que la miel de abeja.
  • No son utilizados comercialmente para la producción de miel.

Polinización: diferentes técnicas, igual importancia

Tanto abejas como abejorros son polinizadores fundamentales, pero su comportamiento de polinización presenta diferencias significativas:

Características de la polinización por abejas

  • Visitan una amplia variedad de flores, pero tienden a ser fieles a un tipo de flor durante cada viaje de recolección.
  • Son eficientes en flores abiertas y accesibles.
  • Trabajan principalmente en días soleados y cálidos.
  • Son más numerosas, lo que las hace importantes para cultivos que requieren muchos polinizadores simultáneamente.

Características de la polinización por abejorros

  • Pueden polinizar flores con corolas profundas o tubulares gracias a su larga probóscide (lengua).
  • Practican la «polinización por vibración» o «buzz pollination», donde hacen vibrar su cuerpo para liberar el polen de ciertas flores (como tomates, arándanos y otras solanáceas).
  • Pueden trabajar en condiciones meteorológicas más adversas: temperaturas más bajas, días nublados o lluviosos.
  • Comienzan su actividad más temprano y terminan más tarde durante el día.

Debido a estas diferencias, los abejorros son particularmente valorados para la polinización de cultivos específicos en invernaderos, como tomates, donde se utilizan colonias comerciales.

Relación con los humanos: diferentes historias compartidas

La interacción de estos insectos con nuestra especie también difiere considerablemente:

Abejas y seres humanos

  • Larga historia de domesticación que se remonta a miles de años.
  • Cultivadas principalmente para la producción de miel y cera.
  • Existen razas y variedades seleccionadas para diferentes propósitos.
  • Han desarrollado un lugar significativo en la cultura humana, simbolismo y mitología.
  • Enfrentan graves amenazas debido a pesticidas, enfermedades y pérdida de hábitat.

Abejorros y seres humanos

  • Domesticación mucho más reciente, principalmente para servicios de polinización.
  • No explotados tradicionalmente para productos comerciales.
  • Cría comercial desde la década de 1980, principalmente para polinización en invernaderos.
  • Menos presentes en la cultura popular, aunque igualmente apreciados por naturalistas.
  • También enfrentan declives poblacionales por razones similares a las abejas.
En este artículo te explicamos cuál es la diferencia entre una abeja y un abejorro. La de la izquierda es una abeja y la de la derecha es un abejorro.
Te explicamos cuál es la diferencia entre una abeja y un abejorro. La de la izquierda es una abeja y la de la derecha es un abejorro. Imagen: BeProfessor.com

Aguijón y comportamiento defensivo: diferentes estrategias

La forma en que abejas y abejorros se defienden presenta diferencias notables, especialmente en lo relativo a su aguijón y comportamiento ante amenazas:

Aguijón y defensa de las abejas

  • Las abejas obreras poseen un aguijón barbado (con pequeños ganchos) que queda anclado en la piel de mamíferos cuando pican.
  • Al intentar huir tras picar, la abeja desgarra parte de su abdomen, lo que provoca su muerte poco después.
  • Este sacrificio beneficia a la colonia, ya que el aguijón desprendido sigue inyectando veneno y libera feromonas de alarma.
  • Las abejas suelen ser más defensivas cerca de su colmena, pudiendo atacar en grupo ante amenazas.
  • Una colonia de abejas puede movilizar miles de defensoras en poco tiempo.

Aguijón y defensa de los abejorros

  • Los abejorros también poseen aguijón, pero este es liso, no barbado, lo que les permite picar repetidamente sin morir.
  • Son generalmente menos propensos a picar y muestran un comportamiento más pacífico.
  • Defienden su nido, pero con menor intensidad que las abejas melíferas.
  • Al ser menos numerosos, no pueden organizar ataques masivos.
  • Suelen usar su picadura como último recurso, prefiriendo primero intimidar con zumbidos o vuelos amenazantes.

Este comportamiento defensivo diferente explica porqué los abejorros son considerados generalmente menos peligrosos que las abejas, aunque ambos pueden causar reacciones alérgicas en personas sensibles. Cabe destacar que solo las hembras (reinas y obreras) de ambas especies poseen aguijón, ya que este evolucionó a partir del ovopositor, un órgano relacionado con la reproducción.

Tolerancia climática: adaptados a diferentes condiciones

La resistencia a condiciones ambientales adversas constituye otra diferencia importante:

Adaptación térmica de las abejas

  • Las abejas melíferas tienen una menor tolerancia al frío y suelen detener su actividad cuando la temperatura baja de los 10°C.
  • Para sobrevivir al invierno, forman un racimo termorregulado mediante actividad muscular.
  • Necesitan días relativamente cálidos y soleados para volar eficientemente.
  • Su área de distribución original era más limitada a climas templados y cálidos.

Adaptación térmica de los abejorros

  • Los abejorros pueden volar con temperaturas cercanas a los 5°C gracias a su capacidad para generar calor corporal.
  • Su pelaje denso actúa como aislante térmico, permitiéndoles mantener temperaturas corporales elevadas incluso en ambientes fríos.
  • Esta adaptación les permite ser activos en condiciones donde otros polinizadores no pueden operar.
  • Están presentes en latitudes y altitudes más extremas, incluyendo regiones árticas y alpinas.

Esta diferencia en tolerancia térmica explica por qué los abejorros suelen ser los primeros polinizadores en aparecer en primavera y los últimos en desaparecer en otoño en muchas regiones. También justifica su importancia en ecosistemas de alta montaña y zonas frías donde otros polinizadores escasean.

Conservación: desafíos comunes y específicos

Tanto abejas como abejorros enfrentan graves amenazas para su supervivencia, aunque con algunas particularidades:

Estado de conservación de las abejas

  • Las abejas melíferas domesticadas han sufrido el síndrome de colapso de colonias, un fenómeno complejo sin causa única identificada.
  • Su estrecha relación con la agricultura las hace vulnerables a los pesticidas neonicotinoides.
  • La globalización ha propagado parásitos y enfermedades, como el ácaro Varroa destructor.
  • Al ser una especie manejada por humanos, existe cierta capacidad de intervención para su recuperación.

Estado de conservación de los abejorros

  • Muchas especies de abejorros se encuentran en declive severo o en peligro de extinción.
  • Son especialmente sensibles al cambio climático debido a su adaptación a climas frescos.
  • La fragmentación de hábitats naturales reduce sus áreas de anidación y alimentación.
  • Al ser menos estudiados y no estar domesticados extensivamente, su conservación depende más de la preservación de ecosistemas naturales.

Según la Lista Roja de la UICN, aproximadamente el 25% de las especies de abejorros europeos están amenazadas. En España, especies como el Bombus cullumanus están consideradas en peligro crítico o posiblemente extintas, mientras que el Bombus confusus ha experimentado una drástica reducción de su área de distribución.

Importancia económica: valores diferentes pero complementarios

El valor económico de estos insectos para la humanidad es incalculable, aunque se manifiesta de formas distintas:

Valor económico de las abejas

  • Producción directa de miel, cera, propóleo y jalea real.
  • La apicultura genera empleo y sustento para millones de personas en todo el mundo.
  • Polinización de cultivos valorada en miles de millones de euros anualmente.
  • En España, la producción apícola genera aproximadamente 62 millones de euros anuales, sin contar el valor de la polinización.

Valor económico de los abejorros

  • Principalmente valorados por sus servicios de polinización especializada.
  • Industria de cría de colonias para invernaderos, especialmente para cultivos como tomate, pimiento y berenjenas.
  • Polinización insustituible de ciertos cultivos silvestres como arándanos y frambuesas.
  • La industria mundial de abejorros comerciales genera aproximadamente 55 millones de euros anuales.

Ambos grupos son econónicamente importantes, pero de maneras complementarias: mientras las abejas destacan por sus productos y polinización generalista, los abejorros son insustituibles para ciertos nichos específicos de polinización.

Conclusión: diferentes pero igualmente esenciales

Las abejas y los abejorros, aunque superficialmente similares, presentan diferencias significativas en casi todos los aspectos de su biología: morfología, comportamiento social, ciclo vital, construcción de nidos, técnicas de polinización y relación con los humanos.

Estas diferencias no son meramente académicas, sino que tienen implicaciones prácticas importantes para:

  • La agricultura y la seguridad alimentaria global
  • La conservación de la biodiversidad
  • El mantenimiento de ecosistemas naturales
  • El desarrollo de estrategias de protección específicas para cada grupo

A pesar de sus diferencias, ambos grupos enfrentan amenazas similares derivadas de la actividad humana: pérdida de hábitat, uso de pesticidas, cambio climático, enfermedades introducidas y especies invasoras. La conservación tanto de abejas como de abejorros requiere acciones urgentes a nivel global, regional y local.

Quizá la lección más importante que podemos extraer del estudio comparativo de estos insectos es que la diversidad biológica, incluso dentro de grupos aparentemente similares, es esencial para la resiliencia de los ecosistemas. Cada especie, con sus características únicas, juega un papel irremplazable en la compleja red de la vida.

Referencias bibliográficas

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